domingo, 10 de julio de 2011

15.5 EL BLOQUEO PACIFICO Y EL BLOQUEO NAVAL A VENEZUELA.

Desde comienzos del siglo XIX, algunos países han echado mano del recurso de ejercer un bloqueo sin que por ello exista estado de guerra, como medio de realizar presión sobre determinado Estado, a fin de obligarle a reparar las consecuencias de un hecho que refutan ilícito o perjudicial.
El “bloqueo pacífico”, que así se lo ha llamado, es una forma de represalia, tanto por el motivo que lo origina como por el objeto que persigue; pero puede servir también de instrumento para una intervención puesto que se traduce en actos de hostilidad marítima, aunque se ejerzan sin declarar la guerra.
No obstante su nombre, el bloqueo pacífico, no constituye propiamente un bloqueo, pues no reúne todos los caracteres que éste tiene con respecto a los Estados terceros; y no siempre es pacífico, pues a veces se ha convertido en una lucha abierta contra las fuerzas del Estado afectado.
En cuanto al alcance, ha consistido en impedir la entrada y la salida de los buques que llevan la bandera del Estado al cual pertenece el puerto o litoral bloqueado, o bien esa prohibición se ha aplicado también a los buques pertenecientes a terceros Estados.
Esta segunda forma es ilícita, porque ningún Estado puede arrogarse al derecho sino cuando existe estado de guerra, es decir, cuando ha asumido la posición de beligerante. 


BLOQUEO NAVAL A VENEZUELA.



El Bloqueo a las costas venezolanas fue un incidente diplomático entre fines de 1902 y principios de 1903 en que las marinas de guerra del Imperio Británico, el Imperio alemán y el Reino de Italia bloquearon las costas y puertos de Venezuela exigiendo el pago inmediato de las deudas contraídas por Venezuela a las compañías de sus conacionales.
Antecedentes:
Desde la muerte de Joaquín Crespo en la Mata Carmelera en 1898 Venezuela se había visto privada repentinamente de quien hasta ese momento había sido el regidor de la vida politica nacional, dejando con su muerte, un vacio de poder que produjo una nueva lucha entre los caudillos sobre la cuestión de la sucesión presidencial. Los primeros en alzarse fueron los generales José Manuel Hernández y Ramón Guerra, pero ambos son derrotados y es un caudillo de los remontos Andes, Cipriano Castro quien derroca a Andrade al triunfar su Revolución Liberal Restauradora. Al poco tiempo de iniciar su gobierno Castro se encuentra en pugna con los viejos caudillos que aspiraban derrocar a Andrade y ahora buscan hacer lo mismo al Presidente Tachirense, pero también se enemista con las grandes compañías por sus drásticas medidas. Una de esas compañías, la New York and Bermudez Company, financia la rebelión de los caudillos que habían sido vejados y apartados de la vida politíca por Castro. Esta rebelión, llamada por sus organizadores la Revolución Libertadora se convirtio en la guerra civil más sangrienta habida en el país desde la Guerra Federal.
Mientras Venezuela se hallaba sumergida en conflictos internos, en el Caribe los Estados Unidos de América habían aumentado su influencia geometricamente después de haber derrotado a España en 1898, victoria con la cual no solo marcaron el fin del Imperio español sino que adquirieron Cuba y Puerto Rico, ambas islas de un gran valor economico y un valor estratégico fundamental para el control del Caribe.
Inicio del Bloqueo.
Mientras continuaba la persecución de los caudillos dispersos de la "revolución libertadora", Inglaterra, Alemania y otras potencias extranjeras reclamaron la inmediata cancelación de los daños sufridos por sus súbditos en Venezuela durante los últimos años. También reclamaban el cumplimiento por parte del gobierno del pago de las deudas. El cobro de estas acreencias hace crisis en 1902, año en que se llevó a cabo el conocido bloqueo a las costas venezolanas.
¿Fue un bloqueo o una guerra?
Esta agresión llevada a cabo por Inglaterra, Alemania e Italia contra Venezuela para dirimir con Estados Unidos de Norteamérica áreas de influencia en territorios americanos, escudada en el cobro compulsivo de deudas morosas y el reconocimiento de reclamaciones pendientes, a pesar de que sobre estas últimas el gobierno venezolano mantenía objeciones doctrinarias sustentadas en principios de derecho internacional.
El 9 de diciembre de 1902, 15 unidades de la armada inglesa y alemana actuando en operación conjunta atacaron el puerto de La Guaira. Desembarcaron tropas en los muelles, de los cuales se apoderaron; a las 12 de la noche fuerzas alemanas atravesaron la ciudad para conducir sus representantes diplomáticos a la flota y así ponerlos a salvo de una eventual represalia venezolana; a las 5:00 a.m. del día 10 los ingleses harían lo mismo, trasladando además a varios connacionales que exigían protección.
La pequeña flota de guerra venezolana no opuso ninguna resistencia al no estar a la altura de las circunstancias. Estaba compuesta por naves de procedencia civil, armados con cañones y lanzatorpedos para su uso militar. En total eran diez “cañoneros” en servicio: Bolívar, Miranda, Monagas, Federación, Augusto, Ossum, Totumo, General Crespo, Margarita y Restaurador (apresado por los alemanes el día 7 de diciembre). A esta pequeña flota se le sumaban el transporte Zamora y el remolcador Zumbador. Los cañoneros Totumo y General Crespo fueron remolcados a mar abierto por los ingleses y hundidos el día 10 diciembre. En rápido desplazamiento naval, el mismo día 10, dos buques alemanes apresaron un vapor de guerra venezolano en Guanta; en la isla de Trinidad los ingleses incorporaron otro, el Bolívar, a su flotilla obligándolo a navegar con bandera británica.
El presidente Cipriano Castro ordena la preparación general del ejército para responder a la desigual confrontación y aumenta su plataforma política mediante un oportuno acercamiento a su principal opositor el "Mocho" Hernández y a su Partido Liberal Nacionalista. En las principales ciudades del país se producen ruidosas manifestaciones de apoyo al «restaurador», en lo que se considera como una importante evidencia de nacionalismo antiimperialista. Aunque transitorio, el movimiento popular fortalece al Gobierno e influye en el sesgo que, en breve, toman los acontecimientos. La opinión política y el presidente se aproximan al Gobierno norteamericano, quien se ofrece como mediador, cuando aumentan los rumores en relación con el interés británico y alemán de asentar fuerzas permanentes en territorio venezolano
Entre los días 12 y 13 siguientes, una expedición inglesa tomó por asalto el castillo Libertador y el fortín Solano de Puerto Cabello después de bombardearlos con extrema precisión destruyendo sus cañones. Pocos días después, al grupo anglo-germano se unieron dos buques de la armada italiana para servir a la expedición en tareas de acompañamiento logístico. También se unieron Holanda, Bélgica, España y México.
El 22 de diciembre de 1902 el vicealmirante inglés Archibald Lucas Douglas, comandante de la armada conjunta, en esta ocasión a nombre del imperio británico, hizo publicar en el diario El Heraldo de La Guaira la siguiente disposición: "Por la presente se notifica que un bloqueo ha sido declarado para los puertos de La Guaira, Carenero, Guanta, Cumaná, Carúpano y las bocas del Orinoco, y se hará efectivo desde y después del 20 de diciembre...”.Sólo se refería a La Guaira y a las costas situadas al este de dicho puerto, porque las occidentales quedaron a cargo de los alemanes. El comandante de éstos se dirigió al castillo San Carlos en los siguientes términos: "Según ordenanzas de Su Majestad el Emperador de Alemania declaro por la presente el bloqueo de los puertos venezolanos de Puerto Cabello y Maracaibo”.
El bloqueo para Puerto Cabello empezó el 22 de diciembre y el de Maracaibo el 24 de diciembre.
Durante el bloqueo y en los meses siguientes, un movimiento popular de respaldo a Cipriano Castro se hace sentir en Latinoamérica, pero sólo un Gobierno protesta de manera expresa ante lo acontecido: la República Argentina, por intermedio de su canciller, Luis María Drago, expide el 29 de diciembre de 1902 un documento doctrinal sobre la ilegalidad del cobro violento de una deuda, ejercido por grandes potencias en detrimento de Estados pequeños.
El sábado 17 de enero de 1903, el cañonero Panther apoyado por el crucero ligero Falke, ambos de bandera alemana, persiguen a una goleta mercante que había burlado el bloqueo e intentan pasar por la barra del Lago de Maracaibo. El Panther al no conocer la barra, encalló cerca del castillo de San Carlos, quedando a tiro de los cañones de la fortaleza zuliana. Es entonces que empezó un duelo de artillería entre los buques invasores y el castillo. Los artilleros venezolanos Manuel Quevedo y Carlos José Cárdenas con un cañón Krupp de 80mm, (que por coincidencia era de fabricación alemana) lograron hacer varios impactos en el Panther, averiándolo de consideración. En esta acción resultaron seis heridos en el castillo San Carlos.
El día martes, 20 de enero de 1903, llega procedente de Puerto Cabello, el crucero pesado Viñeta en auxilio del Panther, para realizar al día siguiente un bombardeo de ocho horas de duración al indefenso pueblo de San Carlos. Poco después, el Panther logra salir del área.
Todos estos actos de violencia se produjeron sin una previa declaración de guerra emitida por alguna de las partes y sin que mediaran ofensas venezolanas a los agresores, que supusieran la necesidad de una respuesta tan drástica como la que constituyeron los actos mencionados.
Sobre estos acontecimientos se han manejado muchos comentarios, pero todos conducen a dos proposiciones básicas.
La primera, muy debatida y puesta en duda desde los primeros días del bloqueo en el parlamento británico por los miembros de la oposición, así como posteriormente en foros, prensa y análisis historiográficos, fue expuesta por el primer ministro David Balfour ante la Cámara de los Comunes; ella tendría su origen en la renuencia del gobierno venezolano a reconocer reclamaciones pendientes por daños y perjuicios causados a las personas y propiedades de súbditos de las potencias atacantes, así como el cobro de la deuda pública externa que el país mantenía en crónico estado de mora con Inglaterra y Alemania. Efectivamente, al 31 de diciembre de 1902 Venezuela era deudora de estas potencias por Bs.119.300.000, saldo al que se habían acumulado Bs.46.000.000 por intereses. El gobierno venezolano había suspendido el pago de esta deuda debido a la crisis económica que atravesaba el país. Desde 1900, el ingreso fiscal apenas promediaba Bs.30.000.000 y los gastos de guerra a que obligaban los continuos alzamientos internos de la época sólo empeoraban la situación e impedían que se atendiera a las exigencias de los acreedores. Al monto de la deuda se agregaba el de las reclamaciones, tramitadas a través de canales diplomáticos por los supuestos agraviados y que se situaba en Bs.186.500.000. El gobierno venezolano no se mostraba dispuesto a reconocer estas reclamaciones porque estimaba -y luego quedó demostrada la certeza de su posición- que exageraban en mucho el cálculo de dichos daños. Venezuela era un país internacionalmente insolvente, sin ninguna capacidad de pago al momento del bloqueo. Pero, como lo expresó la oposición británica en la Cámara de los Comunes, otro debió ser el procedimiento para exigir el pago.
La segunda tesis acerca de los motivos profundos que condujeron al bloqueo resulta mucho más compleja y de difícil demostración, como no sea por los indicios circunstanciales de un cuadro geopolítico de gran amplitud, a través de cuyo análisis se facilita la comprensión del problema. Desde los mismos días del bloqueo se ha sostenido que, en el fondo de su ejecución, estaba en juego el equilibrio mundial del poder; que las potencias europeas lo utilizaron como medio para someter a prueba la política de poderío extranacional mantenida por Estados Unidos. El 1 de junio de 1903 el escritor venezolano César Zumeta publicó un artículo en el número 4 de la revista Némesis, editada en Nueva York, donde se expresaba así: "...Alemania ha resuelto obtener de Estados Unidos, de grado o por la fuerza, una revisión de la doctrina Monroe, que le abra la puerta a ella y a las demás potencias que lo deseen, esferas de influencia al sur del Canal de Panamá [...] se prejuzga que sea en el Caribe donde se libren las batallas que han de decidir los destinos de la América española..." Lo cierto es que el conflicto tomó un curso que derivó en el sentido expuesto, al intervenir Estados Unidos ante Inglaterra y Alemania para que levantaran el bloqueo; aun cuando, previamente, el presidente Roosevelt había aceptado una acción punitiva de estas dos potencias contra Venezuela. Esta posición fue planteada ante el Departamento de Estado a manera de presión destinada a forzar el pago de las deudas y la aceptación de las reclamaciones pendientes. Sobre esta actitud estadounidense, se ha escrito que fue una hábil jugada política para provocar el conflicto y sobre esa base dirimir áreas de influencia ante el poderío europeo.
El bloqueo fue levantado en virtud de los protocolos firmados en Washington el 13 de febrero de 1903 con los agresores y otras naciones, para cuyas discusiones Venezuela nombró como representante diplomático al ministro norteamericano acreditado en el país, Herbert Wolcott Bowen.
Por medio de aquellos instrumentos se formalizó el compromiso de reiniciar el pago de la deuda externa (Bs.165.300.000 de capital e intereses) y la nación reconoció y empezó a pagar, previos dictámenes de comisiones mixtas, las reparaciones extranjeras por Bs.35.500.000; Bs.150.900.000 menos que las demandas iniciales de los reclamantes.
En 1908 tras la ascensión al poder de Juan Vicente Gómez, las relaciones internacionales rápidamente mejoraron, en especial con los Estados Unidos que enviaron a las aguas venezolanas, a petición del mismísimo Gómez, los acorazados USS Maine, USS Des Moines y al crucero pesado USS North Carolina, para vigilar cualquier revuelta interna; oportunidad que aprovecharon los estadounidenses para espantar cualquier nueva incursión naval europea en Venezuela y reafirmar su Doctrina Monroe.



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